Cuidados esenciales para la piel sensible

La piel sensible, o también llamada piel intolerante, es un problema bastante común que según los dermatólogos puede afectar aproximadamente a un 40% de la población, aunque es difícil de diagnosticar. En principio se trata de una respuesta inmediata y concreta de la piel frente a una sustancia irritante y puede aparecer en cualquier lugar del cuerpo, pero lo más probable es que aparezca en la cara. Si es tu caso, toma nota de los cuidados esenciales para pieles sensibles que te contamos hoy.

Síntomas de la piel sensible

La piel sensible, se manifiesta  cuando la función de la barrera natural de la piel está deteriorada. Sus síntomas aumentan por factores a los que la piel del rostro es la más expuesta: desde el sol hasta algunos componentes presentes en cosméticos y limpiadores, el frío, el estrés, los cambios hormonales, la calefacción etc.

Los síntomas o características de la piel sensible pueden ser algunos de los que a continuación te detallamos, observa si cumples con algunos de ellos:

  • Escamas, enrojecimiento, erupciones, hinchazón, descamación y aspereza.
  • Sensaciones de picor, escozor, ardor, tirantez y pinchazos.

Aunque la piel sensible suele aparecer en cualquier edad, es particularmente corriente en la lactancia y a medida que la piel envejece. Suele ser muy común en la aparición de la dermatitis atópica en los bebés, ya que su piel es delgada y su función de barrera está limitada. En ese caso, se debe prestar mucha atención al baño y a la hidratación de los más pequeños de la casa.

Causas de la piel sensible

  • El clima. El frío excesivo reduce las secreciones que mantienen la película que forma el manto natural de la piel, mientras el calor estimula la sudoración, que después se evapora provocando la desecación de la piel y una mayor propensión a la irritación.
  • Radiaciones solares y contaminación. La radiación UV, el ozono y los contaminantes medioambientales tienen todos ellos una capacidad demostrada para colocar la piel en situación de estrés. La contaminación genera radicales libres que debilitan las defensas naturales de la piel.
  • Factores internos como fatiga,estrés, alimentación desequilibrada, ciertas patologías de la piel, e incluso medicamentos que tomamos.
  • Una rutina inadecuada para el cuidado de la piel. Lavarse con demasiada frecuencia con un agua que está demasiado caliente puede eliminar la capa de lípidos de protección de la piel y provocar que aumente su sensibilidad. También es importante aplicarse correctamente la crema o el contorno de ojos para conseguir la mayor nutrición de la piel.

 

  • Algunos ingredientes de los productos cosméticos o limpiadores que tenemos en nuestro neceser también contienen ingredientes agresivos que provocan daños en la barrera natural de protección, con lo que la piel se vuelve susceptible a la irritación. Utilizar geles de baño indicados para pieles sensibles o un champú suave que no irrite nuestro cuero cabelludo.

 

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  • Las exfoliaciones químicas no sólo destruyen la película de la epidermis sino que favorecen la aparición de rojeces y sensibilidad. Lo mismo ocurre con determinados tratamientos estéticos que generan enrojecimiento de nuestra piel. Consulta siempre antes de realizar cualquier sesión, si tienes la piel sensible.
  • La piel sensible también afecta a los hombres y en el caso del afeitado o rasurado puede dar lugar a irritación cutánea, tanto a causa de la acción exfoliante del rasurado propiamente dicho como a causa de los irritantes que contienen las espumas, las cremas y los productos para después el afeitado que se utilicen.

Cuidados básicos para la piel sensible

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  • Cuidar la alimentación, evitar el consumo de alcohol, café y comidas picantes. La alimentación juega un papel muy importante en nuestro organismo y eso se refleja en la piel. No descuides tu alimentación y evita las grasas.
  • Evitar los cambios de temperatura bruscos que irritan los capilares, así como los ambientes muy secos. Intenta tener en casa pequeños humidificadores para que la calefacción no reseque nuestra piel.
  • No fumar. Que el tabaco es malo, es algo que ya sabemos, pero también lo es para tu piel. Fumar apaga el rostro y nuestra piel se verá más apagada y envejecida.
  • Evitar el estrés. El día a día de trabajo, obligaciones, casa, niños, pareja, puede llevarnos a un ritmo frenético que hace estragos directamente en nuestro cuerpo y en nuestra piel.
  • Protegerse del sol. Los rayos UVA y la exposición directa del sol, es mala para todo tipo de pieles, pero más en las pieles sensibles. Utiliza un producto adecuado para pieles sensibles y usa sombrero y gafas.

Estas son solo algunas de las recomendaciones a tener en cuenta. Te aconsejo que acudas a tu farmacia para que te hagan un diagnostico de tu piel y te recomienden los productos adecuados y algunos tips o consejos, a tener en cuenta, como estos cuidados esenciales para las pieles sensibles que te hemos contados.

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