Consejos para un estómago sano en vacaciones

estomago sano en verano

El verano y el aumento de las temperaturas traen consigo la parición de problemas digestivos causados bien por el cambio de hábitos alimenticios o a la proliferación de bacterias y otros microorganismos en los alimentos mal conservados.

Intoxicaciones alimentarias, gastroenteritis, salmonelosis, estreñimiento o simplemente malas digestiones son algunas de las afecciones que podemos padecer en los meses más calurosos del año.

Según los últimos datos de la OCU,  los 5 alimentos que más frecuentemente se ven implicados en intoxicaciones alimentarias en verano son el huevo y sus derivados, el pescado y los productos pesqueros, los mariscos, los vegetales y derivados (si no se lavan bien) y el pollo (muy fácil de contaminar por su composición química, abundancia de agua y manipulación).

Las conservas, frutas, bebidas, dulces y chocolates son los alimentos menos frecuentemente implicados en los problemas digestivos de la temporada veraniega.

En el post de hoy os daremos algunas claves para prevenir y remediar esas molestias estomacales antes de que lleguen a ser un verdadero problema y que necesite ser tratado por un especialista.

Los problemas digestivos más comunes en verano

Con el calor nos apetece ingerir alimentos frescos, que no necesiten mucha elaboración y que se sirvan fríos. Además, solemos acompañar nuestras comidas de bebida fría e incluso con cubitos de hielo. Estos factores pueden desembocar en molestias tales como un corte de digestión con fuerte dolor de estómago, estreñimiento o, en el otro extremo, en gastroenteritis.

Por otro lado, las altas temperaturas favorecen la aparición de microorganismos en los alimentos mal conservados, por lo que es muy importante su adecuada refrigeración para evitar las intoxicaciones alimentarias como la salmonelosis o la enteritis.

En el siguiente vídeo nos explican con más detenimiento qué es la salmonelosis, qué síntomas tiene y cómo la podemos prevenir.

La época estival también nos incita a tener una vida más sedentaria y a hacer comidas menos saludables acompañadas de bebidas con alcohol (el tapeo en las terrazas de verano). Las consecuencias las sufre nuestro estómago con una digestión pesada o con acidez. Puedes encontrar en tu farmacia antiácidos como Gaviscon, una sustancia que neutraliza el ácido del estómago y que nos libera de la sensación de ardor, muy efectivo y de alivio rápido.

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Pero si hay una enfermedad intestinal propia del verano esa es, sin duda, la diarrea del viajero, que se manifiesta en forma de pinchazos en el estómago, náuseas e hinchazón abdominal  unas 24 horas después de la llegada a su destino.  La causa se asocia a la ingestión de comida en malas condiciones y/o agua contaminada. Según el destino del viajero, las precauciones son más o menos estrictas, ya que hay países que requieren vacunas o tratamientos previos para evitar enfermedades tanto gastrointestinales como de cualquier otra índole.

La diarrea del viajero se resuelve en 3-5 días, aunque en algunos casos la enfermedad se prolonga más de una semana.

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Más vale prevenir que curar

Para prevenir las enfermedades gastrointestinales este verano sin tener que privarnos de todo lo que nos gusta, basta con seguir unas sencillas pautas:

  • Lavar minuciosamente los alimentos antes de ingerirlos y conservarlos de manera adecuada en el frigorífico en recipientes herméticos. Tener especial cuidado con el pescado, ya que es uno de los principales focos de microorganismos perjudiciales para la salud, así como con el huevo y sus derivados.
  • Elige bien el sitio donde vas a comer, que tenga buenas condiciones de salubridad e higiene.
  • Mantener las manos siempre limpias a la hora de manipular los alimentos y de comerlos.
  • Tener especial cuidado con el agua que se bebe. Es recomendable comprar agua embotellada si vas a pasar unos días fuera de tu ciudad o si no conoces la procedencia de la misma.
  • Beber agua en abundancia para evitar la deshidratación.
  • Recuerda también que es muy importante la higiene bucodental.
  • Los suplementos probióticos ayudan a mantener y restaurar el bienestar intestinal. Los probióticos son una buena alternativa, natural y sin efectos secundarios, para mejorar el funcionamiento intestinal y optimizar nuestra salud.

 

Si finalmente notas síntomas de malestar, recuerda que es muy importante tener hábitos de higiene adecuados, estar hidratado y seguir unos días una dieta blanda evitando grasas y fibra, dependiendo de la gravedad del problema. También puedes seguir algún tratamiento suave como NeoBianacid, que combate cualquier agresión digestiva  ejerciendo una acción protectora de la mucosa gástrica. Obviamente si los síntomas perduran o son muy extremos y/o con fiebre, debes acudir a un centro de salud para que un médico te evalúe.

No permitas que nada estropee tus vacaciones, siguiendo estos fáciles consejos podrás disfrutar del verano sin necesidad de saber dónde tienes a cada momento el baño más cercano.

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