La lactancia artificial

Lactancia artificialHoy en día hay muchas madres que, por distintos motivos, no pueden o deciden libremente no amamantar. La alternativa a la lactancia natural es la lactancia artificial  o “leche de fórmula”, leche para bebés preparada con los nutrientes necesarios para que se desarrollen y crezcan de manera saludable.

A continuación te explicamos de manera más detallada qué es la lactancia artificial, sus ventajas y los trucos para preparar el biberón perfecto.

Qué es la lactancia artificial

Como todos sabemos, la manera recomendada para alimentar a los bebés en los primeros meses de vida es la lactancia natural. Pero a veces dar el pecho no es posible, ya sea por cuestiones físicas o por decisiones personales. La lactancia artificial tiene su origen en la prehistoria, cuando los pueblos mesopotámicos deshidrataban la leche de vaca y cabra para conservarla en polvo y poder consumirla en épocas de menor producción. Pero no fue hasta mediados del siglo XX cuando se comenzó a utilizar tal y como lo hacemos hoy con nuestros bebés.

En este vídeo se explica de manera sencilla qué es la leche de fórmula:

Existen tres tipos de leche de fórmula en el mercado, coincidiendo con las etapas de desarrollo del bebé:

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Ventajas de lalactancia artificial

La opción de la lactancia artificial tiene ciertos beneficios a tener en cuenta:

  1. Su digestión es un poco más lenta, con lo que la demanda del bebé queda más espaciada en el tiempo.
  2. Se puede controlar la cantidad ingerida de manera exacta.
  3. Cualquier persona puede encargarse de la alimentación de la criatura, no es una tarea exclusiva de la madre.
  4. La madre puede mantener sus hábitos alimenticios sin necesidad de adaptarlos en función de la lactancia.
  5. La leche de fórmula puede servir como complemento a la lactancia materna, lo que comúnmente se denomina lactancia mixta, a la que se recurre por ejemplo cuando la madre se reincorpora a su puesto de trabajo.

Pautas para dar el biberón

Como con todo lo que tiene que ver con la infancia, con el biberón también hay que ser muy meticuloso a la hora de su preparación y su limpieza, así como con la rutina a seguir para facilitarle al bebé la ingesta del producto para su mejor digestión.

  • Preparación: Un dato a tener en cuenta es que todas las leches de fórmula del mercado se preparan de la misma manera. La medida del cacito es estándar y la proporción es de un cacito de polvo por 30 ml de agua hervida o mineral. Según lo que corresponda tomar al bebé, se utilizan más o menos cacitos. Te aconsejamos que, para no confundirte en las medidas y que no salga un biberón demasiado concentrado, siempre eches primero el agua y después añadas la leche en polvo. Para los viajes o paseos en los que tengas que preparar un biberón fuera de casa, existen unos prácticos dispensadores de leche en polvo para que lleves la medida justa y ahorres tiempo en la preparación y espacio en la bolsa del carrito.

  • Higiene: La manera tradicional para esterilizar el biberón es hervirlo con bicarbonato durante un minuto, pero existen otros métodos igualmente eficaces para la esterilización como el esterilizador eléctrico o las pastillas disueltas en agua fría. Se recomienda esterilizar los biberones hasta los 6 meses y después se puede lavar como cualquier otro utensilio de cocina.
  • Frecuencia: El biberón es el sustitutivo del pecho, con lo que las tomas son las mismas que en la lactancia natural y esto es que el niño decide, come a demanda sin tiempo establecido entre toma y toma. Si bien es cierto que los primeros días de vida de la criatura no deben dejarse pasar más de tres hora entre una toma y otra, poco a poco irá regulándose la frecuencia de manera natural.
  • Postura: Como para cualquier actividad que se realiza de manera diaria y regular, la posición siempre debe ser la más cómoda para el bebé y para la persona encargada de darle el biberón. En la lactancia artificial es muy importante prestar atención a la postura del biberón, inclinándolo levemente con la tetina bien llena de leche, evitando la formación de burbujas y los consiguientes gases para el bebé. En el mercado se pueden encontrar muchos tipos de biberones y tetinas con sistemas de flujo de aire para facilitar las tomas.

Los niños alimentados mediante lactancia artificial crecen y se desarrollan de manera totalmente saludable, sin ninguna carencia ni consecuencia posterior. Por suerte, hoy en día existen muchas alternativas para que la crianza y alimentación del bebé sea óptima, teniendo en cuenta además la voluntad de las madres a la hora de decidir qué consideran más apropiado para la alimentación de sus retoños. Y si tienes alguna duda, tu farmacéutico te puede orientar sobre los productos más adecuados para la lactancia artificial.

Limpiar correctamente chupetes y biberones

A los padres nos preocupa mucho la salud de nuestros hijos, y esta preocupación alcanza cotas máximas cuando son bebés. Al verlos tan pequeños e indefensos te parece que cualquier cosa es una amenaza para ellos, y por eso nos afanamos en protegerlos contra virus y enfermedades. Sin duda es el instinto de protección el que nos empuja a actuar así, y es algo totalmente acertado, pues especialmente los recién nacidos están más expuestos, al no tener su sistema inmune desarrollado.

Las cosas que se llevan a la boca pueden ser, sin quererlo, fuente de infecciones, y por eso es importante que se realice una adecuada limpieza y desinfección de aquellos productos destinados al uso del bebé, como son los chupetes y los biberones.

¿Es necesario esterilizar chupetes y biberones?

En los primeros meses de vida, sí, así lo recomiendan los expertos. El sistema inmune de los menores de 6 meses todavía está en desarrollo, por lo que al esterilizar estamos evitando que contraiga infecciones intestinales que le podrían provocar vómitos y diarrea, con el consiguiente riesgo de deshidratación.

No obstante, a partir de los 3 meses podemos comenzar a distanciar las esterilizaciones, pues también es necesario que el sistema inmune del bebé comience a trabajar y a desarrollar sus propias defensas. A partir de los 4 meses, en que el bebé ya empieza a llevarse cosas a la boca, podemos distanciar esas esterilizaciones hasta los 15 días aproximadamente. En esta etapa la boca es su vía de explorar, se lo llevan todo a ella, así que no tendría mucho sentido estar esterilizando continuamente biberones y chupetes mientras ellos se llevan a la boca todo lo que pillan, sin hacer ascos a nada.

Cuando con seis meses comencemos a ofrecerle alimentos, no será ya necesario esterilizar sus utensilios, un lavado normal a mano o en el lavavajillas será suficiente.

Pasos para limpiar correctamente los biberones y chupetes

  • En primer lugar debemos separar todas las piezas del biberón. En el caso de los chupetes, si tienen tapa la lavaremos aparte. Tenemos que lavar con agua y jabón minuciosamente, teniendo especial cuidado en los recovecos que pueda tener. Si lo deseas puedes usar un detergente especial para biberones y tetinas, aunque no es imprescindible.
  • A continuación podemos proceder a esterilizar el chupete o biberón con el método que hayamos elegido: frío, vapor o hervidos.
  • Si hemos hervido los chupetes y biberones, debemos dejarlos secar boca abajo en un lugar libre de gérmenes antes de guardarlos.

limpieza chupetes y biberones

Métodos de esterilización

En la actualidad contamos con varias opciones para esterilizar los utensilios de nuestros bebés; la elección del método dependerá de la persona, sus preferencias, número de usos, y también del coste que esté dipuesto a afrontar. Veamos sus características:

  • Hervido. El sistema clásico que siempre se ha hecho: preparar una cazuela con agua fría, introducir los utensilios a esterilizar y llevarla a ebullición. Será necesario mantener el hervor durante 10 minutos, y a continuación dejar secar todos los objetos.
  • En el microondas. Necesitaremos un recipiente adaptado para este uso y una pequeña cantidad de agua. La esterilización se produce, por tanto, meidante vapor, pero en menos tiempo, unos 4 minutos. También será necesario poder todos los objetos a secar.
  • Con esterilizador eléctrico. Son pequeños electrodomésticos desarrollados específicamente para este fin; se pueden adquirir en tiendas especializadas.
  • En frío, con pastillas. Tendremos que sumergir los utensilios en agua fría e introducir estas pastillas, que se ocupan de eliminar los gérmenes y bacterias.

No olvides lavar tus manos

Aunque prestamos mucha atención en la limpieza y desinfección de biberones, tetinas y chupetes, hay algo que quizás no estemos teniendo en cuenta como fuente de infecciones: nuestras manos. Siempre antes de manipular los biberones debemos lavarlas bien, pues ellas pueden ser el transporte perfecto para virus y bacterias.

Si sigues estos consejos para realizar la limpieza de los chupetes y biberones de tu bebé, verás que es muy sencillo protegerlo de infecciones.