Con la llegada del verano llegan las ganas de tomar el sol y lucir un bronceado perfecto, pero no debemos olvidar los riesgos de la exposición continuada al sol y la necesidad de proteger nuestra piel y cabello de los rayos UV. El cuidado de la piel es un tema del que os hemos hablado en multitud de ocasiones y hoy vamos a poner el foco en el producto estrella que no debe faltar en tu bolsa de aseo este verano: el bronceador. Actualmente existen multitud de productos para los distintos tipos de piel y de zona a tratar. A continuación, te damos unos consejos prácticos para elegir el bronceador más adecuado.
Cómo afecta el sol a la piel y al cabello
Si hay una premisa que debemos tener siempre clara es que no debemos exponernos al sol sin la protección adecuada.
Nuestra piel se vale de la luz sola para la fabricación de la vitamina D. En la capa más exterior de la piel, la epidérmica, se encuentra la melanina que nos protege de manera natural de los rayos ultravioleta del sol, rayos que pueden llegar a quemarnos la piel y causar su envejecimiento prematuro, además de otros problemas más serios como la aparición de manchas. Al tomar el sol, generamos más melanina y esta se oscurece, lo que produce ese tono bronceado que tanto nos gusta lucir. Hay personas que tienen la melanina muy baja y se queman fácilmente, por lo que deberán utilizar una fotoprotección más alta y limitar el tiempo de exposición.
El sol nos aporta numerosos beneficios como la activación de la circulación, la generación de vitamina D, el fortalecimiento de los huesos y el refuerzo del sistema inmunológico además de influir en nuestro estado de ánimo de manera positiva. La doctora Pilar Gil, especialista del Departamento de Dermatología de la Clínica Universidad de Navarra, habla en el siguiente vídeo sobre estos y otros efectos beneficiosos del sol en la piel.
Pero no hay que olvidar los efectos nocivos del sol en nuestra piel, como la aparición de manchas, el envejecimiento y la pérdida de elasticidad de la piel, las quemaduras y, en casos extremos, el cáncer de piel.
En cuanto a la manera en que los rayos solares afectan a nuestro cuero cabelludo y cabello, se puede resumir de manera similar al efecto que causa en la piel: los rayos UV destruyen los pigmentos del cabello y dañan la queratina, lo que produce la pérdida del color (lo deja más claro) y de brillo, adquiriendo un aspecto de cabello poco sano, áspero y quebradizo. Por lo tanto, no debemos descuidar la protección del cabello.
Tipos de bronceadores
La variedad de bronceadores que encontramos en el mercado es muy amplia. Por eso siempre debemos tener en cuenta nuestro tipo de piel y su fototipo (la capacidad de la piel para asimilar la radiación solar) a la hora de elegir el fotoprotector más adecuado.
Por ejemplo, las personas con un fototipo I son las que tienen la piel más blanca por lo que se suelen quemar con facilidad si no utilizan la fotoprotección adecuada, un FPS (Factor de Protección Solar) alto, tipo 50+. En cuanto al tipo de piel, ha de tenerse en cuenta su sensibilidad, la tendencia a la aparición de manchas, las alergias u otros problemas cutáneos como el acné. En estos casos se debe usar una crema de farmacia sin perfumes o con ingredientes específicos para cada tipo de problema.
Si nos fijamos en la textura, podemos encontrar bronceadores en multitud de formatos como la gama Avène Solar, dependiendo de la zona específica del cuerpo donde se vaya a aplicar.
- Para la cara: Crema (es muy hidratante y se recomienda para pieles secas); fluidos (más ligero y de rápida absorción para pieles mixtas); gel-crema (menos densa que la crema y de rápida absorción para todo tipo de pieles); maquillaje fluido, compacto o en polvo y BB Cream (protege la piel y cubre las imperfecciones) y en stick para zonas sensibles como los labios, cicatrices o manchas.
- Para el cuerpo: Lociones o leches hidratantes; espumas o sprays de rápida absorción y aceites secos.
- Además, puedes encontrar potenciadores de bronceado en cápsulas orales que estimulan la producción de melanina de forma directa sin que necesitemos exposición solar previa, como Heliocare Oral Bronze.
- Y tampoco nos podemos olvidar de los autobronceadores, que ayudan a prevenir posibles quemaduras producidas por el sol y a lucir un bronceado natural. AVENE Autobronceador Hidratante Gel Satinado proporciona a la piel un efecto calmante, hidratante y una coloración armoniosa.
Mucho más que un bronceador
¿Y si nuestro bronceador, aparte de proteger nuestra piel de los rayos nocivos del sol y conseguir que luzcamos un precioso tono dorado, tuviera también un efecto anticelulítico, adelgazante y rejuvenecedor? Sería perfecto, ¿verdad? Pues no es un sueño, existen productos con todas estas características que te ayudarán a conseguir una piel firme, con menos celulitis y con efecto rejuvenecedor.
- Los bronceadores anticelulíticos consiguen su efecto aprovechando el calor que produce el sol en el cuerpo, multiplicando su eficacia. Su composición incorpora ingredientes que ayudan a eliminar líquidos y ayudan a la mejor circulación sanguínea.
- Los bronceadores reafirmantes consiguen que la piel esté más elástica gracias a los principios activos que favorecen la protección del colágeno.
- Lo último, el bronceador antiaging. Ahora es posible no solo proteger nuestro rostro de los estragos del sol sino también revertir los signos del envejecimiento, con Isdin Age Repair SPF50.
¿Qué fotoprotección utilizar?
El Factor de Protección Solar indica el tiempo que tu fotoprotector solar aumenta la capacidad de defensa natural de la piel antes de comenzar a quemarse. Por eso es muy importante aplicar la crema protectora 30 minutos antes de la exposición al sol, para que penetre en la piel y consiga el efecto deseado, además de tener que reponerla cada dos horas para que no disminuya su eficacia contra los rayos nocivos del sol.
Aunque FPS mínimo recomendado es el 20, es aconsejable utilizar uno de mayor numeración, entre 30 y 50, sobre todo durante las primeras exposiciones. El bronceado será el mismo a la larga y tu piel estará protegida y cuidada.
Con toda esta información ya puedes elegir el bronceador que más se adecúe a tus necesidades. Lo más importante es, sin lugar a dudas, tomar el sol de manera responsable, protegerse del sol evitando las horas centrales del día y para la protección del cabello no olvides tener siempre a mano una gorra o sombrero. Con esto, tus gafas de sol y una botellita de agua para estar bien hidratado ¡ya puedes disfrutar del verano!
